lunes, 8 de agosto de 2011

Ya estamos encima

Sin darme cuenta, la temporada bodil ha vuetlo a la carga. Llega el buen tiempo, las esperadas -algunas también temidas- invitaciones de boda y los dolores de cabeza -de algunas desustanciadas como yo, otras no sufren ni padecen tanto- para escoger modelito.

Pero aún así, creo que aún sufro y padezco más si cabe por el vestido que va a llevar la novia. Siempre comienzo a dar vueltas sobre si va a sorprender, seguir su estilo o hacer que nos de un síncope del susto.

La semana pasada tuve la primera boda de la temporada y dentro de 15 días ya tengo la próxima, ésto es un no parar. Así que dejo algunos de los vestidos de novia más memorables -los que más me gustan a mí, vamos- y prometo ponerme al día éste mes, que ya sé que he estado bastante apática -bloggeramente hablando, of course-.