Pensaba poner de los nervios a mi madre una vez más -ella odia coser para mí porque su visión de la moda es completamente opuesta a la mía- diciéndole que me hiciera el atuendo de la boda que tenía el pasado septiembre. Finalmente, se me echó el tiempo encima y no pude ir a comprar las telas para poder hacer los patrones, discutir, primera prueba, discutir, ensanchar, discutir, alcorzar, discutir, ...vamos, la salsa de la vida. Así que no tenía nada que ponerme. Quería hacer un viaje rápido a la ciudad condal para solucionar el tema. Pero antes, en una conversación con mis amigas poniéndonos al día de dónde eran los vestidos que se iban a poner, me dijeron que me dara una vuelta por una tienda cercana a mi pueblo. No lo pensé, entré y bingo.
Compré un vestido sencillo, blanco y negro, pero con un lazo enorme, eso sí. El vestido en cuestión es de Matilde Cano. Al llegar a la oficina no lo dudé, googlelicé y ahí estaba. Vaya marca de señorona que le gusta más un volante y un lunar que nada en la vida, pensé. Y sí, así es. Pero mi vestido no, lo prometo. Prometo que no parecía Terelu Campos.
Así que chicas, perded vuestros miedos y olvidad los prejuicios. Yo lo he hecho una vez más con Escorpión. También me parecía una marca de señorona -todos los conjuntos de jersey y chaquetita de mi madre son de ésta marca-, pero con su colaboración con El Delgado Buil ya ganaron muchos puntos. Éstas son algunas de las imágenes de las propuestas de primavera/verano.
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