Custo

Hubo un día en el que Custo Barcelona era una marca única y de prestigo, repito, hubo. Al entrar no hace mucho en una de sus tiendas de Barcelona se me calló el alma a los pies al ver la tienda de la marca convertida en un mercadillo de segunda. Si es que ni la Duquesa de Alba sería capaz de encontrar nada de su agrado. Atrás quedaron los tiempos en que Julia Roberts lucia sus diseños en super producciones norte americanas.

Mi primera camiseta de Custo me costó 120,00€ en 2001. Lo tengo grabado porque nunca olvidaré la cara que puso mi madre al tener que pagar semejante barbaridad por una camiseta mal cosida y con los bordes de cualquier manera-palabras textuales-. Me habré puesto la camiseta unas dos veces, tres a lo sumo, pero la guardo como oro en paño, sé que dentro de unos años volveré a llevarla y me dará un gran resultado.

El primer desfile de moda al que he acudido fue a uno del diseñador, bueno, fue uno muy sui generis, pero me lo pasé genial. Me dolió mucho ver que el pelo del diseñador es mucho más graso en vivo y en directo y ahí fue donde descubrí que a Jaime Martínez Bordiu le gusta mucho, mucho, mucho la marcha. Solamente por ésto y por gastarme 120,00€ en una camiseta que tiene una calidad de 10,00€ siempre seguiré admirando al diseñador. Así que no voy a menospreciarlo y, esperemos, que pronto resurja de sus cenizas y siga dándonos alegrías como lo hacía a principios del 2000.

Éstos son algunos de sus modelos que presentó en la penúltima semana de la moda de Nueva York. Mi pregunta es: ¿si en lugar de Custo los firmara Galliano o Gaultier, nos gustarían?.

* Respecto al tema de la guerra Custo vs. Desigual, es como intentar saber qué fue antes, si el huevo o la gallina. Así que mejor no pronunciarse sobre el tema.