viernes, 23 de abril de 2010

Novio-serio-de-un-solo-uso

Hoy es Sant Jordi, uno de mis días favoritos para vivir, pasear, saborear y oler Barcelona. Por otro lado, es el único día del año en el que más añoro no tener pareja. Es un topicazo, pero me encantaría que existiera para ese día el novio-serio-de-un-sólo-uso. Me explico. No puedes pasar un Sant Jordi con alguien que hace poco que conoces, no hay la suficiente confianza como para pasearte por ahí e intercambiar libros y flores. Así que estaría bien tener ese día alguien que te hiciera ese papel, pero sin tener que haberte trabajado y aguantado todo lo previo ni todo lo posterior, muy pesado y laborioso. Así que eso es lo único que no me gusta de Sant Jordi, bueno, y las horrendas rosas azules que alguien con muy poco gusto puso de moda hace 4 o 5 años. Así que como mi novio-serio-de-un-sólo-uso me viniera con una de esas rosas, se volvía ipsofacto por el mismo sitio por dónde había venido.

Aprovechando la fiebre consumista de libros que corre por las venas de los catalanes el día de hoy recomendaré algunas posibles compras. Tengo malas experiencias sugiriendo libros que aún no he leído, como me pasó con Fin, de David Montagudo, muy decepcionate para mi. Pero bueno, voy a arriesgarme y recomendar 4 libros que me compraré mañana y creo que poco me van a defraudar:


- Se sabrà tot, de Xavier Bosch. El autor me enganchó desde el primer día que lo escuché en su programa de radio El mòn a Rac 1, de Rac 1; cuando era su conductor. Se pasó a la dirección del diario Avui y dimitió 13 meses después. La historia del libro es sospechosamente similar a la que el ha vivido en los últimos años de su carrera; él insiste en desmentirlo. Tendré que leerlo para emitir mi opinión.

- Negre de merda, de Matthew Tree. Una reflexión sobre lo que hoy entendemos por racismo. El libro pinta bien, pero es que su autor es un sol. Soy una compradora compulsiva de libros de autores que me caen bien, ese es uno de mis pecados. Algunas veces me equivoco, pero muy pocas.

- Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fueramos tu y yo, de Albert Espinosa. Otro ejemplo de autor que me cae bien. No me gustó mucho su Mundo Amarillo, debido a un empacho de libros de autoayuda en un pasado -fui fan empedernida de Jorge Bucay y eso marca-, pero voy a darle una segunda oportunidad a Albert ya que éste libro es ficción.

- Antología de citas, de Victor Amela. Fondo de biblioteca recurrente y obligatorio para poder tener una frase ocurrente que decir cada vez que tienes una cita con tus amigos pedantes, culturetas o gafapastas.

Y otros que recomiendo y sí me he leído:


- La melancólica muerte del chico ostra. Libro de cuentos del genio Tim Burton. Para seguidores y no seguidores del artista es imprescindible y delicioso.

- La elegancia del erizo, de Muriel Barbery. Estoy en ello, es decir, lo estoy leyendo. Pero creo que en el viaje de vuelta en tren desde Barcelona lo terminaré. Dos historias mágicas de dos mujeres en diferentes generaciones -adolescencia y madurez- explicadas desde su punto de vista, muy particular y sarcástico. Es adictivo.

- A sangre fría, de Truman Capote. Clásico y otro fondo de biblioteca que toda persona a la que le guste sólo un poquito leer debería comprar, deborar y releer años después.

2 comentarios:

  1. Cuando me acabe de leer el libro de Sant Jordi de este año (o sea, el año que viene), ¿me harás un carnet de socia para pedirte libros?

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