lunes, 7 de diciembre de 2009

Lazos, lazos y más lazos.

Tengo una obsesión: LOS LAZOS. La semana pasada acabé por claudicar y asumirlo al ir a una mercería y pedir 6 diferentes colores de lazo para poder utilizarlos como cordones de mis oxford plateadas. Así les doy un toque diferente y divertido. No os podéis imaginar la cara con la que me miró la dependienta al decirle para qué los quería.

Una de mis amigas tiene un odio especial por los lazos, y en cuanto me ve uno como pulsera, bolso, cinturón o en algún que otro gorro su pregunta siempre es: ¿ésto lo haces para joder, no?. Pues no. Entiendo que a mucha gente puedan parecerles cursis, pero siento repetirme: ME ENCANTAN.

Tengo que reconocer, que el día de la proclamación de Obama se me caía la baba con el sombrero de Aretha. Sí, lo sé, soy la única, a parte de ella, en el mundo mundial a la que le gustó ese sombrero; pero espero rezando a la Santa de los Lazos -creo que no existe, así que en acabar el post llamaré a Rouco para beatificar a alguna representante oficial- poder tener alguna boda futura en frío invierno para poder hacerme una reproducción de EL sombrero.


Lo mío es obsesión, pero parte de la culpa la tienen Valentino con sus bolsos y zapatos.


Marchesa con sus vestidos.


Éste de Sonia Rykiel, por exagerado, me gusta cada día más. He decidido además, ponérmelo -o, al menos, uno parecido- en algún evento importante para mi amiga anti-fan de los lazos, para joder más que nada ;)


Como no, el tandem Theron-Dior nunca falla.


Y siempre nos quedarán los más asequibles.

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